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Ojos de Venado (para el mal de ojo) - Fería de Jícaras- Huehuetlan El Chico - Puebla - México

Follow me on / Sígueme en Instagram: @luisenrique_foto ############################################# NO PARA DONACIONES SIN PAGO / Not for donations or contributions without payment Si deseas comprar esta foto mandame un email / If you want to buy this photograph send an email: gomezsluis@hotmail.com gomezsluis@gmail.com This image may not be used in any way without prior permission © All rights reserved ############################################  if you interested in this image please contact me. This image may not be used in any way without prior permission © All rights reserved El mal de ojo, es una creencia popular[1] supersticiosa[2] según la cual una persona tiene la capacidad de producir mal a otra persona sólo con mirarla. De esta persona afectada se dice que "está ojeada, o que le echaron mal de ojo, o el ojo encima". La creencia está extendida universalmente a través de muchos pueblos NOMBRE Enrique de Villena escribió en el 1425 un tratado sobre el "mal de ojo" o "aojamiento", diciendo que los facultativos lo llamaban "fascinación", del nombre tradicional en latín "fascinare".[3] Joaquín Bastús escribió en 1862 que la palabra griega "envidia" venía de la expresión "aquella que nos mira con mal ojo" y de ahí el mal de ojo, y que los griegos protegian a los jóvenes marcando sus frentes con barro o cieno.[4] Un objeto, planta, palabra, inscripción, etc. que es "apotropaico" es aquel que aleja el mal de ojo, los espíritus y el infortunio; del latín "atropetein", que quiere decir "alejar".[5] El libro del Corán alude al mal de ojo: "Los infieles casi os hacen dormir con sus miradas"(68,51), y entre los males de los que hay que protegerse se alude a "el mal de un envidioso cuando envidia"(103,5).[1] El mal de ojo, como proceso, puede venir dado de manera voluntaria o involuntaria, y es, según la creencia popular, efecto de la envidia o admiración del "emisor", que a través de su mirada (ya sea directa, en símbolo o incluso mental) provoca un mal en el envidiado/admirado. En algunas culturas orientales se cree, también, que las personas de ojos claros (azules, verdes, grises y rayados) tienen mayor poder para el mal de ojo. Los síntomas del aojamiento en la cultura popular son los de un cansancio, adormecimiento o pesadez, que termina enfermando gravemente a su víctima. Puede darse también una tristeza profunda y ganas de llorar, y en este caso se habla de "Aliacán". De la misma manera, se puede sospechar el mal de ojo, si algún objeto favorito o querido de la "víctima" sufre algún daño inesperado, sin causa previa específica o si el daño surge de "la nada". REMEDIOS PARA EL MAL DE OJO Popularmente se han buscado diferentes remedios, ya sea para la prevención, como por ejemplo pisar los zapatos nuevos de familiares y amigos (como mecanismo para evitar la envidia), escupir a los bebes o embarazadas (en las culturas populares se considera la saliva como protectora), la interposición de objetos considerados como mágicos o protectores mágico-religiosos, como estampillas de santos, oraciones, etc. La cura del mal de ojo, la cultura popular suele dejarla en manos de curanderos, que realizan diferentes rituales. En uno de ellos, bastante extendido, en primer lugar se diagnostica que efectivamente la persona padece de mal de ojo vertiendo aceite sobre un mechón de pelo de la misma, que se sujeta sobre un vaso de agua: si la persona está aojada el aceite se mezcla con el agua, esto es que se observan varias gotas que no se funden en una y quedan transparentes. Para curar al afectado se debe continuar realizando este ritual al tiempo que se pronuncia una oración hasta que "se corta", esto es que se pueda ver el aceite flotando sobre el agua, como es normal. También pasarle el huevo. Luego, el huevo se rompe y se vierte en un vaso cristalino con agua y se observará que tanto mal de ojo tiene. Limpiarlo con alumbre es otro método efectivo. Protección contra el mal de ojo Se usan protecciones muy variadas, como en ponerle un objeto llamativo como una cinta roja al envidiado o afectado, a fin de atraer su mirada lejos del observado[6] , o colgar amuletos que sirven como escudo al mal.[1] Los amuletos más comunes utilizados en Latinoamérica son: una semilla llamada ojo de venado, cuentas de vidrio (Chaquira) roja y negra, un imperdible de plata con un ojo azul de vidrio, ámbar, un collar hecho por sí mismo, etc. En México tanto como en centroamerica existen varias formas de curar el mal de ojo, que también se conoce como ojeo u ojo; se cree que los más afectados por este padecimiento son los niños. Una de ellas consiste en frotar suavemente alrededor de las órbitas oculares con el ombligo de una persona del sexo contrario al del enfermo (en algunos lugares de la provincia mexicana todavía se acostumbra guardar el cordón umbilical de los recién nacidos). También se puede tallar o tapar al niño con alguna prenda de ropa usada y sudada del padre. Si se sabe quién fue la persona qué causó el daño, se le pide que cargue al niño. Asimismo suele recurrirse a una piedra llamada ixahi, la cual se utiliza para absorber el "mal" al frotarla en el cuerpo, una vez hecho esto, es necesario, tirarla. Son de uso frecuente las limpias con pirul, tabaco, chile ancho, huevo, copal negro, hojas de pipe e, incluso, fuego. En caso de que quien haya ocasionado el ojo al niño sea un animal, se recomienda remojar camalonga en agua y dar a beber al pequeño el polvillo que queda en el recipiente. Bibliografía sobre MéxicoMontoya Briones, José de Jesús (1964). Atla: etnografía de un pueblo náhuatl. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia. Maurer, Eugenio (1984). Los tseltales. México: Centro de Estudios Educativos AC. Münch, Guido (1983). Etnología del Istmo Veracruzano. México: UNAM/Instituto de Investigaciones Antropológicas. Olavarrieta, Marcela (1990). Magia en los tuxtlas, Veracruz. México: INI/CNCA. Tranfo, Luigi (1990). Vida y magia en un pueblo otomí del Mezquital. México: INI/CNCA. Trejo Silva, Marcia(2009). Fantasmario mexicano. México: Trillas. ISBN 978-607-0069-8 Villa Rojas, Alfonso (1987). Los elegidos de Dios. Etnografía de los mayas de Quintana Roo. México: Instituto Nacional Indigenista. Serie de Antropología Social. Colección INI número 56. FUENTE: es.wikipedia.org/wiki/Mal_de_ojo

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