Follow me on / Sígueme en Instagram: @luisenrique_foto ############################################## NO PARA DONACIONES SIN PAGO / Not for donations or contributions without payment Si deseas comprar esta foto mandame un email / If you want to buy this photograph send an email: gomezsluis@hotmail.com gomezsluis@gmail.com This image may not be used in any way without prior permission © All rights reserved ############################################ ALTAR REALIZADO POR: Mtro. Rodolfo Villena Hernández ARTISTA PLASTICO Tradiciones y Arte Popular Mexicanos Cartonería Tradicional Agradezco al Mtro Rodolfo la invitación para el encendido de las veladoras en este altar.. El Altar de Dolores, una de las tradiciones más arraigadas de México, fue introducida hace casi 500 años en el continente americano por la orden franciscana, para fomentar la devoción a la Virgen María como parte de la evangelización de los indígenas. El origen de esta costumbre católica se remonta al siglo XIII, cuando en Florencia, Italia, se fundó la Orden de los Frailes Siervos de María o Hermanos Servitas, cuyo objetivo y espíritu era fomentar, difundir y conservar la devoción a la Virgen y enaltecer los momentos más importantes de su vida, entre ellos el sufrimiento por la pérdida de su hijo Jesús. Fue el Papa Benedicto XIII quien estableció de manera oficial la recordación en 1727, bajo el nombre de Señora de los Siete Dolores, y se conmemora el Viernes de Cuaresma, que antecede a la Semana Santa. La tradición se originó en México en 1519, cuando el fraile Bartolomé de Olmedo erigió en San Juan de Ulúa, Veracruz, el primer altar del continente americano. Posteriormente, comenzaron a levantarse altares en conventos, iglesias y capillas. Después la gente hizo lo propio en comercios y lugares públicos y, más adelante, en sus hogares. Poco a poco los altares se enriquecieron con elementos regionales y destacaron los que se ponían en lugares clave, como el de la Catedral Metropolitana de México. El espacio y las mesas en donde se instala el altar, se cubren con papel de china o manteles morados o blancos, colores emblemáticos para guardar luto y expresa tristeza para la Iglesia el morado y pureza el blanco. También se acompaña de tapetes rellenos de semillas, pétalos y/o aserrín que representan la Pasión de Cristo y los dolores de la Virgen María. Asimismo, en los altares se colocan: Lámparas de aceite o Veladoras; las cuales se convertirán en elementos votivos que darán luz a María en su dolor ante la próxima muerte de su hijo, tantas luces y brillos hizo que recibieran estos altares tambien el nombre de “incendios”. Semillas germinadas; que representan la Resurrección, y que a su vez tienen relación con la agricultura prehispánica Naranjas Agrias; en las cuales se ensartan banderitas de oro y plata o banderas de papel picado simbolizan al pecado porque son frutos dulces y amargos al paladar también se dice que representan al pueblo y los soldados que vieron la Pasión de Cristo. Vitroleros con agua teñida de diversos colores o agua de sabor sobre todo de limón con chía; que simbolizan las lágrimas de la Virgen en el momento de la Crucifixión de Cristo la agonía, el duelo y la esperanza. La sangre de Cristo (jamaica), la pureza de María (horchata), la amargura de la Virgen (tamarindo) y sus lágrimas (chía). Macetas de barro con forma de animales; en las que previamente se siembra amaranto, chía o alpiste, para representar la vida, la inmortalidad, el duelo y la tristeza de la Virgen. Macetas con cebada amarilla; (asociada con la eucaristía ) o chía sembradas el dos de febrero (día de la profecía del viejo Simeón). Flores blancas o rojas. El blanco significa la pureza y el rojo la tragedia. También se pone una flor llamada “perrito”, salpicadas de morado, blanco y amarillo. También, se ponen “Leticias”, flores blancas y moradas muy propias para ser asociadas a la Virgen María. También se colocan esferas de diversos colores a semejanza de las joyas que colocaban las familias pudientes en el virreinato. A través de este altar, se esconden, pero a la vez reflejan los siete grandes dolores sufridos por la Virgen, al momento de observar el destino de su Hijo Jesús, una vez iniciado su juicio. Siendo éstos: La profecía de Simeón; La Huída de Egipto; El Niño Perdido, La Calle de la Amargura; La Crucifixión; El Descenso de la Cruz y La Sepultura de Jesús FUENTES: www.museodelvirreinato.mx/tradicionales/Altar-de-Dolores/9 www.oem.com.mx/elsoldesanluis/notas/n2479389.htm www.inah.gob.mx/index.php/boletines/248-museos/5794-altar...