Joya Talaveresca Para la mayor parte de los historiadores del arte el templo de San Francisco Acatepec es el máximo representante del barroco talaveresco en nuestro país. La población de Acatepec se localiza a pocos kilómetros de la ciudad de Puebla, lo mismo que Santa María Tonatzintla, la existencia de ambos templos se entiende si tenemos en cuenta su cercanía con Cholula; que posee el basamento piramidal más alto del país y en donde la población indígena debió ser muy importante, ya por residencia, ya por peregrinaje. El la Enciclopedia de arte mexicano, apartado Colonia, Manuel González Galván sostiene que: “Ante la rica fachada de la iglesia de San Francisco Acatepec lo primero que llama nuestra atención es tu total recubrimiento “talaveresco”, el primero de los fustes de sus cuerpos es “tristóstilo”; los dos segundos, “estípites”, y la torre salomónica”. Agrega el mismo autor que: “El talaveresco tuvo sus primeras manifestaciones ya desde el siglo XVII pero sólo adquiere sistematización y máximo esplendor en el siglo XVIII, aunque es una modalidad limitada a las zonas poblana y tlaxcalteca, extiende su acción a todo el país…” Totalmente de acuerdo en que el templo está recubierto con azulejos que semejan a la talavera, producción característica de la ciudad de Puebla en donde existía una fábrica real, sin embargo añado que, en la fachada también es importante la existencia de ladrillo, ambos materiales constructivos juntos dan un fuerte sabor de arte islámico. Por otro lado, este detalle de la portada nos muestra como los estípites -este elemento constructivo a manera de pirámides truncadas e invertidas- se presentan también de tres en tres flanqueando la ventana del coro y la cornisa sube y baja, entra y sale; así que pasa a ser decorativa y no estructural. La riqueza decorativa exterior se complementa con la modalidad de barroco estucado y en este caso, como en algunos otros, no sólo se elaboran infinidad de figuras, sino que el estuco se ornamenta con color dorado. Desconozco si es oro, pues no pregunté. En la factura de la bóveda y la cúpula encontramos profusión de elementos religiosos tanto explícitos como implícitos , intercalados con ornamentación vegetal . Como en muchos espacios religiosos se presenta la antítesis bueno-malo y así como en las fotografías anteriores podemos ver santos y ángeles, en esta apreciamos -en la parte superior- un ser que simboliza lo malo. Dado que en la época colonial y hasta la primera parte del siglo XIX la iglesia controlaba lo relacionado con las defunciones y entierros, en algunos atrios existen tumbas, es este caso es así y siguiendo la modalidad regional están recubiertas parcialmente con azulejos. En la zona existen otros templos en esta modalidad y también interesantes, sin embargo creo que es importante conocer los “ejemplos” más acabados y pueden ser un parámetro para conocer y disfrutar los demás. FUENTE: motivosdelamarea.wordpress.com/2010/02/09/templo-de-san-f...