Los anisópteros (Anisoptera, del griego ανισος anisos, "desigual" y πτερος pteros, "alas") Ingles: Club-tailed Dragonfly Frances: Libellule Alemán: Gemeine Keiljungfer Italiano: Libellula Portugués: Libélula Son uno de los dos infraórdenes clásicos del subórden Epiprocta. Se conocen con el nombre común de libélulas, aunque este término, un tanto vago, suele usarse también en un sentido más amplio para designar a todos los odonatos. Son paleópteros, es decir, insectos que no pueden plegar las alas sobre el abdomen. Se caracterizan por sus grandes ojos multifacetados, dos pares de fuertes alas transparentes y abdomen alargado. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como moscas, abejas, mariposas y polillas. Su hábitat natural se encuentra en las cercanías de lagos, charcos, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas son acuáticas. Las libélulas no pican a los seres humanos, y son valiosas como depredadores controlando las poblaciones de insectos como los mosquitos y las moscas (que son transmisores de enfermedades como el dengue y la gastroenteritis). 137 kilómetros en un día Es la distancia que recorren estos insectos para buscar un mejor clima. De acuerdo a un estudio reciente, los patrones de migración de éstas son sorprendentemente similares a los de ciertas especies de aves, lo cual sugiere que existe un fuerte vínculo evolutivo en sus comportamientos. Son capaces de atrapar a sus presas en el aire -moscas, abejas y mariposas- pues tienen una visión excelente, de casi 360 grados. Indican siempre agua cercana, como ríos, lagos, estanques e incluso charcos, pues es ahí donde la hembra deposita sus huevos. Pero no son nada de tontas. Si su ruta de migración pasa por algun gran espacio de agua (lagos o mar), buscarán una alternativa, pues jamás corren el riesgo de pasar largas jornadas volando sobre una zona en la que se pueden perder. Poseen dos pares de alas, las cuales actúan por separado, de acuerdo a una estrategia que siempre ha llamado la atención de los científicos y estudiosos: cuando necesitan volar lento, el primer par bate un poco antes que el segundo; cuando quieren volar ligero y planeado, los dos pares de alas baten al mismo tiempo. Las libélulas pertenecen al orden Odonata, y suborden Anisoptera, y utilizan procedimientos migratorios - para buscar un mejor clima - muy parecidos a los de las aves... ¿Cómo puede ser eso? Recientemente un grupo de científicos de Estados Unidos estudió la migración de las libélulas y pudo así revelar detalles de ésta. El equipo encontró que los insectos pueden viajar ¡hasta 137 kilómetros en un día!. Además, el grupo - encabezado por investigadores de la Universidad de Princeton - describió cómo rastrearon los movimientos de los insectos al adherirles minúsculos radiotransmisores, a la vez que una comitiva de científicos siguió las señales desde un avión. Otros investigadores monitorearon el progreso de los insectos desde la tierra. Un verdadero "espionaje" al vuelo de las libélulas... Se les adosaron micro-transmisores de radio. Cada transmisor pesaba cerca de un tercio de un gramo y sus baterías tenían duración suficiente para rastrear a un espécimen individual por diez días. Pero colocarle el transmisor a los insectos no fue nada fácil. Primero había que atrapar a la libélula, para luego adherirle el transmisor con un par de gotas de pegamento adhesivo para pestañas. La ruta de las libélulas las llevó a lo largo de la costa de Estados Unidos hacia el cálido sur del país. La información reveló que los patrones de migración de éstas son sorprendentemente similares a los de ciertas especies de aves, sugiriendo que hay un fuerte vínculo evolutivo en sus comportamientos. De acuerdo a los expertos, los insectos han estado presentes en esta tierra por mucho más tiempo que los pájaros, de modo que se podría sospechar que han estado migrando por mucho más tiempo que las aves. Es posible incluso, que éstas sean las reglas básicas primitivas de la migración y que los pájaros hayan convergido en estos "trucos". Sucede que miles de millones de libélulas verdes comunes (Anax junius) migran cada año, pero hasta ahora no se sabía casi nada acerca de sus rutas o "estrategias"; y esta nueva investigación demostró que hay todo un método detrás del comportamiento de vuelo de los insectos. Por ejemplo, las libélulas tendían a desplazarse sólo después de dos noches de temperaturas más bajas, indicando que un frente frío estaba aproximándose con vientos noroccidentales favorables. También tendían a cambiar de dirección cuando se encontraban con un cuerpo grande de agua, asegurando así que nunca se encontraran perdidas volando sobre el mar. Incluso se registró a dos insectos volando hacia el mar abierto antes de dar reversa y acercarse más a la costa. Lo que aún no se conoce es el destino final de las libélulas, debido a las limitaciones de batería de los transmisores, y también porque algunos especímenes volaron más allá del rango cubierto por los científicos. Los expertos esperan poder "refinar" sus técnicas y establecer así mecanismos de rastreo aún más sofisticados. Lo ideal sería que un satélite fuera el que recogiera las señales de estos transmisores. Conozcamos más a las libélulas Poseen grandes ojos multifacetados, muy juntos; dos pares de fuertes alas transparentes y un cuerpo alargado. Tienen una vista excelente, gracias a la peculiar estructura de sus ojos: alrededor de 30.000 facetas dispuestas de tal forma que le permiten aproximadamente 360º de campo visual. Se alimentan de mosquitos y otros pequeños insectos como, moscas, abejas y mariposas. Incluso comen insectos voladores de su misma especie. Su hábitat natural se encuentra en las cercanías de lagos, charcas, ríos y tierras pantanosas, ya que sus ninfas son acuáticas. Las libélulas no pican a los seres humanos, de hecho son valiosas como depredadores, controlando las poblaciones de insectos como los mosquitos. El ciclo de vida de las libélulas, desde la fase de huevo hasta la muerte en edad adulta, abarca entre seis meses hasta seis o siete años. En algunas ocasiones, las hembras ponen huevos entre las pequeñas grietas del barro o musgo. Pasan la mayor parte de su vida como larvas bajo el agua respirando a través de agallas, se alimentan de otros invertebrados o incluso de vertebrados, como renacuajos o peces. En la fase adulta (voladoras) las especies mayores pueden llegar a vivir hasta cuatro meses. La libélula común, Anax junius, es una de las mayores y más rápidas, alcanzando una velocidad de hasta 85 km. por hora. Se ha descubierto recientemente que las libélulas emplean la ilusión óptica para acechar a otros insectos que invaden su territorio. Se pueden mover de tal forma que se proyectan a sí mismas como un objeto estático mientras atacan con rapidez a sus víctimas. Algunas especies comunes: Aeshna mixtaAnax imperator, Orthetrum cancellatum, Libellula lydia, Aeshna mixta. En el pasado existieron especies mucho mayores. De hecho, la mayor - encontrada como fósil - es una Protodonata llamada Meganeura monyi que data del Carbonífero, con una envergadura de alas de entre 70-75 cm.