Recorriendo la ciudad me encontré de pronto en una vorágine de vidas que van y vienen, ojos que no se detienen en un solo punto, pies que se mueven a un ritmo apresurado pero a la vez rítmico, y entre todo este caos; una mirada, siempre fija al infinito, perdida entre un mar de ajetreos, un pensamiento que no logré descifrar, ¿Será algo simple? ¿Será tan complejo para no encontrar palabras? ¿Será algo triste?