Presente, tiempo de lo efímero como estructura del placer como fin. Presente como eje central de la nueva temporalidad social, pero que a diferencia de la modernidad, en la posmodernidad las relaciones afectivas y las emociones se vuelven fundamentales pues surgen como una reacción contra las exigencias racionales y morales. Tiempo en el que esta reacción se ve reforzada cuando las novedades del presente se hacen accesibles a las demás clases sociales y el consumo se vuelve una práctica de satisfacción emotiva, donde la temporalidad de la urgencia promueve los placeres y el ocio, pero también la dependencia a los sistemas de consumo y moda. Tiempo donde el regreso de lo imaginario, de lo emotivo y el juego a través de lo tecnológico debe darse en el aquí y ahora, pues el disfrute ya no puede esperar. Surge así una nueva perspectiva de los actos sin ningún plan de futuro. Documento completo…