Exif info
    • Compression: JPEG (old-style)
    • Make: NIKON CORPORATION
    • Model: NIKON D5000
    • Orientation: Horizontal (normal)
    • X-Resolution: 300 dpi
    • Y-Resolution: 300 dpi
    • Resolution Unit: inches
    • JFIFVersion: 1.02
    • Resolution Unit: inches
    • X-Resolution: 300 dpi
    • Y-Resolution: 300 dpi
    • Compression: JPEG (old-style)
    • Make: NIKON CORPORATION
    • Model: NIKON D5000
    • Compression: JPEG (old-style)
    • Make: NIKON CORPORATION
    • Model: NIKON D5000
    • Orientation: Horizontal (normal)
    • X-Resolution: 300 dpi
    • Y-Resolution: 300 dpi
    • Resolution Unit: inches

EXTERIOR CAPILLA DEL ROSARIO

Durante su primera visita a México, el papa Juan Pablo II tuvo la oportunidad de admirar este maravilloso rincón, alojado en el Templo de Santo Domingo, al cual calificó como “relicario de América”. La Capilla del Rosario, alojada en el Templo de Santo Domingo, en la ciudad de Puebla, es sin duda, una de las obras maestras del barroco novohispano en México. Levantada hacia 1690, esta joya arquitectónica fue considerada en su tiempo como la “octava maravilla del mundo”. Su interior, en el crucero izquierdo de la nave del conjunto, presenta planta de cruz latina, aunque con los brazos muy cortos. En la bóveda se pueden admirar representadas las tres virtudes teologales, enmarcadas por tupidos follajes; y en la cúpula se aprecia la Gracia, acompañada por los dones del Espíritu Santo y por un grupo de 16 santas dominicas. En la parte superior de los muros de la capilla se muestran seis grandes lienzos obra del pintor José Rodríguez Carnero, con temas alusivos a los Gozos de la Virgen, mientras que en la parte baja los muros muestran un bello lambrín de azulejos del tipo talavera. En el crucero hay otras pinturas con temas relacionados también con la vida de la Virgen, al igual que otra más de gran tamaño que corona el ábside de la capilla y que está dedicada a la Glorificación y Triunfo del Rosario. El encanto dorado que envuelve al visitante en este lugar le valió al espacio el título de "relicario de América" por parte de S.S. Juan Pablo II, quien, durante su primera visita a territorio nacional en 1979, tuvo la oportunidad de admirarla y caer rendido ante su belleza.

  • Etiquetado: