La fechada de estilo talaveresco, donde el ladrillo se combina con el azulejo. Lo más sobresaliente está en el interior, toda la importancia recae en las labores de estudio policromado, creando una gran riqueza ornamental de inigualable valor que permite apreciar el barroco mexicano. En el espacio del sotocoro se abre la capilla de Jesús de Nazaret y el bautisterio, donde se aprecian pinturas al óleo, del siglo XVIII, con temas religiosos. Su construcción se inició en el siglo XVI. Para finales del siglo XVII contaba ya con crucero, cúpula, sacristía y altar mayor, y fue precisamente por esas fechas que se iniciaron las labores decorativas con estuco. Se considera cuatro etapas en la construcción del templo que abarca del siglo XVI al XIX. La primera etapa de construcción se inicio a mediados del siglo XVI, con un pequeño santuario cuyos vestigios se localizan hacia el norte de la Iglesia esta etapa llegaría hasta mediados del siglo XVI, cuando se abría edificado la estructura arquitectónica que seria la base del templo actual que constaba de una nave sin crucero y una fachada muy sencilla, hoy destruida. En la segunda etapa de construcción a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII ,fueron construidas la torre, la cúpula, el crucero y una pequeña sacristía, también se realizaron labores de estuco del abside del crucero del retablo principal. La tercera etapa y la mas importante comprende la mayor parte del siglo XVIII se completa el edificio tal y como lo conocemos en la actualidad además se amplia la nave ocasionando que la torre quedara dentro de la nave, esto trajo como consecuencia la construcción de una nueva fachada. En la cuarta y ultima etapa comprende los siglos XIX y XX, en donde se realizaron los detalles finales. Es una de las joyas más ricas del barroco mexicano en su grado exuberante. Las manos de los indígenas quienes modelaron las yeserías plasmaron en ellas su propio universo creando una iconografía mexicanista compuesta por ángeles morenos, nichos con penachos de plumas, frutas tropicales (mango, chile, coco, plátano, etc.) y, sobre todo mazorcas de maíz. Aunque dicha iconografía no es la que domina sino la que recrea el mundo cristiano y que relata los episodios de la Anunciación, la Concepción, la Asunción y la Coronación de la Virgen. Tomado de: eloficiodehistoriar.com.mx/?p=452