Tengo una pequeña flor nacida sin darme cuenta en medio del corazón. En la tierra de la sangre se abonó su resplandor. Es delicada y se muere sin cuidados y sin mimos. Requiere mucha atención contra el calor del verano, contra el frío del invierno, contra el cruel desengaño que le causa tanto daño con el paso de los años. Florece en la primavera, se marchita en el verano y en el invierno se muere, si no la cuida mi mano. ¡Se mantiene de ilusión! Con el agua del amor Echa flores de pasión y se alegra en le ventana, cuando la acaricia el sol. ¡Es todo lo que yo tengo! No sé cómo sucedió. Me creció, sin darme cuenta, En medio del corazón. Carlos Etxeba Copyright© Jesús Guzmán-Moya This image is protected under International Copyright laws and may not be downloaded, reproduced, copied, transmitted or manipulated without written permission.