Los grandes volcanes del centro de México, como la Malinche, comenzaron a formarse a mediados del periodo terciario, hace unos 35 millones de años. Han tenido a lo largo del tiempo, varias erupciones que los han hecho crecer y elevarse. Algunas erupciones de la Malinche fueron inofensivas: el volcán dejaba salir lava que escurría suavemente por sus faldas la que, al enfriarse, se transformó en mesetas y pedregales de rocas negras llamadas basaltos. Otras erupciones fueron más ruidosas y violentas: Malinche arrojaba por los aires trozos de roca, cantidades enormes de polvo y arena volcánica mezclados con trozos de obsidiana que caían en sus faldas o eran alejadas por el viento hasta los llanos. Al parecer la última erupción se efectúo en la era geológica del pleistoceno. Pero tuvo actividad en mayo de 1993. Este volcán inactivo se encuentra entre los estados de Puebla y Tlaxcala.