El Día de Muertos es considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana. La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos. El origen del Día de Muertos tiene antecedentes relacionados con el mestizaje. Comprende rasgos culturales indígenas y españoles que al mezclarse dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad. Los esqueletos en bicicleta resumen una de sus críticas a la desigualdad social. En palabras de Posada, “la muerte es democrática ya que, a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”.